miércoles, 15 de enero de 2014

Gráfica de solubilidad




         La solubilidad de un soluto a una determinada temperatura y en un determinado disolvente es la máxima cantidad (en gramos) de ese soluto que se puede disolver en 100 gramos de disolvente a esa temperatura.
La solubilidad de una sustancia sólida en un determinado disolvente aumenta a medida que se eleva la temperatura.

        En las curvas de solubilidad, se recogen los valores de la masa de diferentes sustancias puras que se disuelven en 100 gramos de agua a diferentes temperaturas.
De este modo, podemos llegar a las siguientes conclusiones:
- La solubilidad del nitrato de potasio aumenta muy rápidamente con la temperatura.
- La solubilidad del sulfato de cobre también se eleva, aunque no con tanta rapidez.
- La solubilidad del cloruro de sodio permanece casi inalterada.

domingo, 12 de enero de 2014

Artículo sobre el petróelo

EL PETRÓLEO: NECESARIO EN SU JUSTA MEDIDA

¿Te has parado alguna vez a pensar cómo sería la vida para las personas sin el petróleo ni sus derivados?
Prácticamente todo lo que ves a tu alrededor proviene de derivados del petróleo, como la ropa, el ordenador, la gasolina, los medicamentos, los automóviles, los sistemas de calefacción, las mangueras para conducción de cables o agua, etc.

El petróleo es un combustible fósil de color negro y aspecto aceitoso que impregna las rocas porosas. Es una mezcla de hidrocarburos  (compuestos de carbono e hidrógeno) y otras sustancias.
Desde la antigüedad el petróleo ha aparecido de forma natural en ciertas regiones terrestres como son los países de Oriente Medio. Hace 6.000 años en Asiria y en Babilonia se usaba para pegar ladrillos y piedras; en Egipto, para engrasar pieles; las culturas precolombinas de México pintaron esculturas con él; y los chinos ya lo utilizaban como combustible.
Pero, no fue hasta el siglo XVIII cuando empezaron a perfeccionarse los métodos de refinado.


Esta fuente de energía se originó hace millones de años a partir de restos de plantas y microorganismos que murieron en el mar, se depositaron en el fondo y,  posteriormente, fueron enterrados bajo pesadas capas de sedimentos. La falta de oxígeno hizo que proliferaran las bacterias anaerobias que hacen fermentar la materia orgánica. Los yacimientos petrolíferos se encuentran a miles de metros de profundidad bajo la superficie, por lo que para extraer el petróleo es necesario perforar un pozo y llevarlo hasta la superficie mediante tuberías. Una vez extraído el petróleo se transporta a través de oleoductos o mediante barcos petroleros hasta las refinerías, donde se efectúa la transformación del petróleo crudo en productos acabados.

La extracción y el transporte del petróleo, los distintos procesos de su transformación en productos derivados y su consumo masivo en forma de combustible han tenido consecuencias negativas para el medio ambiente. Algunos ejemplos son:
-         La explotación indiscriminada de los combustibles fósiles, tanto en la tierra como en el mar, y la combustión de los derivados del petróleo han ocasionado un aumento de los gases de efecto invernadero y otros contaminantes, así como un grave impacto en los ecosistemas.
-         La excesiva producción de plásticos ha originado  
         graves problemas de contaminación.
-         Los derrames de petróleo, producidos por los grandes buques petroleros que transportan el combustible en condiciones inadecuadas, representan una de las mayores causas de la contaminación oceánica. Además, el petróleo, al ser insoluble en agua, resulta muy difícil de limpiar.
  

El nivel de vida y el confort del que ahora disfrutamos ha sido posible gracias al uso intensivo de la energía procedente del petróleo.
En el mundo se consumen, aproximadamente, 85 millones de barriles de petróleo al día. Esa cantidad llenaría un lago de 2 km. de ancho por 2 km. de largo por dos metros de profundidad.

De las reservas totales del planeta, estimadas en dos billones de barriles, ya se han utilizado 900.000 millones. Al ritmo actual, la producción durará unos cuarenta años más, ya que se trata de un recurso limitado para producir energía. 

Para disminuir nuestra dependencia del petróleo podemos: comprar indumentaria realizada con materiales derivados de fibras naturales y no sintéticas, realizar menos vuelos y elegir en su lugar trenes, evitar el uso de objetos y materiales comunes como espuma de poliestireno, chicle, y bolígrafos descartables, elegir productos de belleza (champú, jabones, cosméticos) realizados con ingredientes naturales, optar por productos locales (para evitar el transporte en vehículos alimentados por petróleo) o encontrar sustancias alternativas a los combustibles derivados del petróleo, como el biodiesel o el bioetanol.

A pesar de que se han realizado avances en el uso de energías alternativas (renovables), nada puede sustituir el colosal volumen de energía que nos proporciona el petróleo.
Cuando la producción mundial de esta fuente de energía decline, y cada año que pase se vuelva más escaso este recurso, la humanidad se enfrentará al desafío más grande de toda la historia: el transporte de detendrá, las luces se apagarán y los alimentos serán escasos. 

Por ello, debemos ser conscientes de la verdadera importancia que tiene el petróleo para nuestras vidas y lo importante que es cuidarlo para que no se acabe.